Características de las obras de Jane Austen

Con Austen surgió un nuevo estilo de novela, que difería de los anteriores en los temas que trataba. Según algunos autores. Aquellas figuras de afección y sensibilidad romántica  eran primeramente atributos de personajes ficticios, siendo poco usuales entre aquellos de carne y hueso, es decir, de los que viven y mueren. La mayor parte de esta excitación encuentra su clímax mediante la repetición indiscriminada de la misma, el arte de copiar de la naturaleza, dado que se encuentra presente en todos los aspectos de la vida .En definitiva, la obra de Austen se centra en aspectos cotidianos y, por tanto, afines a la vida real. La variedad, el entretenimiento y el camino incierto del protagonista son temas que la autora aborda en la casi totalidad de sus obras. No es de menor importancia la prioridad que presta al detalle, y a la descripción realista e ilustrada de personajes y lugares.
Sus novelas contienen un mensaje instructivo, señalan el buen comportamiento y aportan una especie de experiencia ficticia, aunque siempre manteniéndose acorde con   la realidad. Éstas ofrecen, por consiguiente, una historia donde los elementos que la constituyen se presten a la veracidad de los hechos que se narran.
Los  personajes, por otra parte basados en el lector común, buscaban que el receptor del texto se sintiera de alguna manera identificado con ellos, sintiéndose, como resultado, atraído por las circunstancias que les deparará el destino. En el caso de Jane Austen, en su novela de Orgullo y prejuicio, Elizabeth Bennet, la protagonista, y su familia, pertenecen a una clase social media baja. Mr. Darcy y otros personajes son claros iconos de la burguesía del momento. La escritora busca romper estas barreras sociales, mostrándose reacia a la incapacidad de movilidad social típica de la época, y concluye con el matrimonio de los protagonistas, el contrato civil, y la fusión de clases.

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